“Some notes on the exploitation of gold and human beings in Colombia”, Catalina Lozano / “Algunos apuntes sobre explotación aurífera y humana en Colombia” Catalina Lozano

Some notes on the exploitation of gold and human beings in Colombia.
Catalina Lozano.

Indeed, it has been argued –notably by Sigmund Freud- that gold is shit, especially with reference to the gold offered by the devil that turns out in many stories, Colombian as well as European, to be monumentally self-destructive. The world delights in opposites. Anthropologist and ex-bank teller Saba Waheed informed me that the commonest substances found on bank notes in the United States are shit and cocaine.

Michael Taussig, My Cocaine Museum, Chicago and London, University of Chicago Press, 2004. p. 6

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The Southwest was one of the areas of Colombia where, in colonial times, the economy was most based on the slavery of human beings who were brutally “hunted” in the West Coast of Africa and transported on English, French and Portuguese ships to be traded in the Americas. In the Spanish colonies, the arrival port was Cartagena, a city in the Atlantic Coast of what is known today as Colombia. (What is known today as Colombia is the result of an independence war led by the Creole elites who built a fragile nation-State where the basic social structure, inherited from colonial times and completely racialised, remained untouched. The idea of race is a colonial European invention that worked to justify a social order of economic exploitation).

After independence from the Spanish domain in 1819, the slave society of plantations and mines in the southwest of Colombia continued to operate and, even after the abolition of slavery, it manifested itself through the manipulation of poverty and violence perpetrated by the elites, as it had happened for three centuries through the systematic use of debt against the Indian populations. Many former slaves escaped the plantations and the mines to “inhospitable” areas where they lived in the margins of the “newly born Colombian society” in which they had no place other than as servants of their former masters.

One of the main economic activities in the region was the exploitation of gold. Gold is still being extracted in Colombia and, from the early 20th century, it has been systematically looted by national and foreign companies, a relevant subject in 2011when important laws are being discussed and the debate grows about the convenience of ceding the exploitation of gold and other minerals to multinational companies. The Colombian government calls it “the mining locomotive”. The ecological damage seems to be devastating.

The southwest of Colombia today endures the hardship of an armed conflict where terror is renewed constantly. Trying to explain it in a few lines would not do justice to the magnitude of the war and the human loss that has entailed and still entails. But somehow, gold has been witness to the historical developments that have constructed the current state of affairs in the region. Since the 1980, it has been joined by this other product that exemplifies very well the renewed colonial relation of economic and human exploitation, cocaine.

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Bibliography:

Aníbal Quijano, “Colonialidad del poder y clasificación social”, in Journal of world-systems research, vi, 2, summer/fall 2000, 342-386. Special Issue: Festchrift for Immanuel Wallerstein – Part I. Digital source: http://cisoupr.net/documents/jwsr-v6n2-quijano.pdf. Last accessed on 17 de abril de 2011.

Michael Taussig, My Cocaine Museum, Chicago and London, University of Chicago Press, 2004.

Michael Taussig, The Devil and Commodity Fetishism in South America, University of North Carolina Press, 2010 (First edition 1980)

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Algunos apuntes sobre explotación aurífera y humana en Colombia
Catalina Lozano

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Indeed, it has been argued –notably by Sigmund Freud- that gold is shit, especially with reference to the gold offered by the devil that turns out in many stories, Colombian as well as European, to be monumentally self-destructive. The world delights in opposites. Anthropologist and ex-bank teller Saba Waheed informed me that the commonest substances found on bank notes in the United States are shit and cocaine.

Michael Taussig, My Cocaine Museum, Chicago and London, University of Chicago Press, 2004. p. 6 (1)

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El suroccidente fue una de las zonas de Colombia que más basaron su economía colonial en la esclavitud de seres humanos que fueron “cazados” brutalmente en las costas occidentales de África y transportados en barcos ingleses, portugueses y franceses para ser comerciados en América. En las colonias españolas, el puerto de llegada era Cartagena, una ciudad en la costa Atlántica de lo que hoy es Colombia. (Lo que hoy es Colombia es producto de una guerra de independencia liderada por las élites criollas que construyeron un frágil estado-nación en el que la estructura social básica, heredada de la colonia y totalmente racializada, permaneció intacta. La idea de raza es una invención colonial Europea que sirvió para justificar un orden social de explotación económica).

Tras la independencia de la corona española en 1819, la sociedad esclavista de haciendas y minas del suroccidente colombiano siguió funcionando y, aún después de la abolición de la esclavitud, se manifestó por medio de la manipulación de la pobreza y de la violencia por parte de las élites, como lo había hecho durante tres siglos con el endeudamiento sistemático de diferentes comunidades indias. Muchos ex-esclavos huyeron de las plantaciones y de las minas y se adentraron en zonas “inhóspitas” en las que vivieron al margen de la “naciente sociedad colombiana” en la que no tenían cabida, a menos de que siguieran sirviendo a sus antiguos amos.

Uno de los grandes productos de la explotación económica de la región fue el oro. El oro sigue siendo explotado en Colombia y, desde inicios del siglo XX, ha sido sistemáticamente saqueado por empresas nacionales y extrajeras, un tema que toma relevancia en la Colombia de 2011 cuando se discuten leyes importantes y se debate la conveniencia de ceder la explotación del oro y otros minerales a empresas multinacionales. El gobierno colombiano lo llama “la locomotora de la minería”. Los daños ecológicos parecen ser devastadores.
El suroccidente colombiano es hoy una zona que vive un conflicto armado en el que el terror se renueva constantemente. Explicarlo en pocas líneas no haría justicia a la magnitud de la guerra y a la pérdida de vidas humanas que ha conllevado y conlleva. Pero de alguna forma, el oro es testigo de los desarrollos históricos que han tejido el actual estado de las cosas en la región. Desde los años ochenta, a él se suma ese otro producto colombiano que ejemplifica bien las renovadas relaciones coloniales de explotación económica y humana, la cocaína.

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(1) En efecto, se ha argumentado -notablemente por Sigmund Freud- que el oro es mierda, especialmente en relación con el oro ofrecido por el diablo que resulta ser en muchas historias, tanto colombianas como europeas, extremadamente auto-destructivo. El mundo se deleita con los opuestos. La antropóloga y antigua cajera de banco Saba Waheed me informó que las sustancias más comúnmente encontradas en billetes en los Estados Unidos son mierda y cocaína. La traducción es de la autora.

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Bibliografía:

Aníbal Quijano, “Colonialidad del poder y clasificación social”, en Journal of world-systems research, vi, 2, summer/fall 2000, 342-386. Special Issue: Festchrift for Immanuel Wallerstein – Part I. Digital source: http://cisoupr.net/documents/jwsr-v6n2-quijano.pdf. Consultado por última vez el 17 de abril de 2011.

Michael Taussig, My Cocaine Museum, Chicago y Londres, University of Chicago Press, 2004.

Michael Taussig, The Devil and Commodity Fetishism in South America, University of North Carolina Press, 2010 (First edition 1980)

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