Balada. . 1984, Antonio Caballero, Sin Remedio, novela. Además de hablar sobre la-dificultad-de-escribir-poesía, el escritor presenta la escena que podría candidatizarse como la más hermosa descripción de hermandad de clase que caracteriza a este país: “Narciso sacó su cigarrillera de oro, ofreció coca: -¿Un pasecito? -¡Váyase a la mierda, maricón de mierda!-, bramó Roberto haciendo saltar de un manotazo la cigarrillera de Narciso. -Bobby, gordo, por favor… -Tú cállate gorda, que estoy hablando con mi primo. Narciso se acurrucó a recoger el polvo de coca derramado en la alfombra. El Chinche Urrita lo ayudó. Miguel Francisco quizo intervenir. -Caray, Bobby, no sea marica, este tipo me está financiando un negocio que usted no se imagina… -Mire, Miguel Francisco: estoy hablando con mi primo Ignacio Escobar, usted cállese si no quiere que le rompa la jeta.” . . Narciso integraba ese segmento poblacional con el que la clase media emprendedora de este país trató de relacionarse para participar de los dividendos que dejaba un cuestionado negocio a partir de la década de 1970. Los investigadores Adolfo Atehortúa y Diana Rojas, recuerdan que esa atracción llegó a ser tan fuerte que acrecentó la creatividad de todo el mundo. Hasta del gobierno. Cuando se…